John Ray creció en los alrededores de Edmonton, Canada. Fue allí donde se interesó por la guitarra, sobre todo porque su padre solía cantar acompañado de ella. Siendo estudiante en Montreal, John trató de aprender a tocar pero no tuvo demasiado éxito. Sin embargo, el contacto con la guitarra afianzó su pasión por ella. Un día preguntó a su profesor sobre la construcción de sus guitarras y el profesor le contó que había comprado todos sus instrumentos en España. Al terminar la carrera, John ya estaba decidido a ir a Granada para comenzar el aprendizaje sobre la construcción del instrumento.
En 1989 John llegó en autobús a Granada, con la esperanza de encontrar a un guitarrero dispuesto a enseñarle. Jonathan Hinves, Rafael Moreno, Germán Pérez y Antonio Marín le animaron mucho y John se marchó a Málaga para hacer un curso con Jose Ángel Chacón. Fue allí donde pudo construir su primera guitarra. A la vuelta a Granada, el maestro Rolf Eichinger fue clave en el desarrollo de John Ray como guitarrero. De él aprendió técnicas y estilos de la Escuela Granadina, un gran sentido autocrítico, y en definitiva a montar un taller, hacer buenas guitarras y llevar un negocio.